lunes, 30 de noviembre de 2009

Shine

Desafinada hasta la incoherencia la descubrió mintiendo. Alma lo vio llegar y tembló ante el vértigo de una posible despedida, envuelta por entero en un espeso humo ajeno bajo la oscura incertidumbre de otro mal trago. Tendría que volver de alguna manera a la realidad e improvisar un poco sobre la marcha con disimulo frente a Ignacio, olvidando aquel asunto con ese fulano que poco a poco se iba alejando hacia el otro lado del bar jugando al distraído. Levemente ella fue desentonando las palabras indicadas, esas que siempre guardaba para una emergencia y tenían un efecto tácito en los dos, como una tregua para calmar el panorama, conociendo que de forma irremediable la situación desembocaría en un beso, mientras sus ojos siguieran brillando todavía de aquella manera.

jueves, 26 de noviembre de 2009

Choice



Podría - Debería - Quiso

buscarla entre el alboroto de las mesas del restaurant, mirar sus ojos otra vez brillando sobre el millón de controversias que iban impidiéndole el paso como una enredadera que brotaba desde las bocas de los invitados y el alboroto de las falsas conversaciones desfilando con un tono siniestro disfrazadas de importancia. En toda esa incertidumbre ella

era - fue - seria

la intuición de un momento, el encanto de una sombra que sofoca al fuego y se desvanece rápido.

Antes - Entonces - Después

habría que darle forma al silencio convirtiéndolo en canción, porque era necesario rescatarla de su frágil intimidad, la cual no sería capaz de resguardar por mucho tiempo sin que nadie la defienda con ferocidad entre tanto calculo premeditado y hostil, desatando posibles desastres inesperados por atreverse a haber

encontrado - añorado - extraviado

aquel amor, indiscreto y lleno de promesas, que esperando en la puerta ya de cara a la calle y con el abrigo puesto, sigue los pasos de su intuición

en soledad - a su lado - alerta

,al compas de la ciudad como un camino más, abierto a innumerables posibilidades.


martes, 24 de noviembre de 2009

Ventanas

Lo interesante de buscar a través de las ventanas en los viajes era extraer fragmentos de otras vidas, darles virtudes y defectos imaginándolos actuar a su antojo por un breve lapso de tiempo. Todo estaba dispuesto en la ciudad para la leve indiscreción, los vidrios transparentes, el calor agotador, los gestos teatrales y los caminantes desprevenidos cargados de bolsas y de angustias, conspirando en una vision acotada y demasiado imparcial como para sacar conclusiones precisas. Sin embargo a él le bastaba con eso, siempre y cuando pudiera seguir adivinando las intenciones de aquellos personajes desconocidos que construían el entorno de su novela, sabiendo a ciencia cierta que él también formaba parte de otros entornos donde a su vez estaba siendo leído por los demás. Entonces se enderezaba, ponía cara de interesante y adoptaba con seriedad su rol de indiscreto viajante, de simple telón de fondo o algún otro papel desconocido que los otros le adjudicaran sin que nunca pudiera llegar a imaginárselo mientras la obra seguía su curso...

lunes, 23 de noviembre de 2009

Fútbol

El secreto del enorme éxito futbolistico de Arriaga estaba en cantar en su cabeza a todo volumen, el tema del mundial de fútbol de Italia 90, pero eso sí, había condiciones estrictas para saber cuando debía ser utilizarlo, porque tampoco se podía andar abusando de su poder mágico en partidos amistosos o de segunda, a ver si todavía un día se gastaba aquel encanto de repente y el pobre Arriaga tendría que salir a buscar un empleo mucho menos redituable, pongamos por caso en el negocio de su padre o el correo nacional.

jueves, 19 de noviembre de 2009

Mundos

Dispara imágenes al aire con sus ojos cerrados. Hay allí un deseo incontenible, donde unas cosas se suman y se restan constantemente, disfrazadas a su antojo que no paran de rodearlo. Percibe a un mago, un elefante, quizás todo un circo antes de que comience la función. El enjambre irreconocible de figuras se multiplica y desaparece, aleteando dentro de un extraño e intenso calor. Las miradas pesan, pero mantiene sus cansinos ojos negros cerrados, sosteniéndose sobre dos ojeras agudas, que a sus vez se sostienen por los pómulos, temblando desconcertados por la irreconocible intensidad de los sonidos. Algo lo incita a mirar, a aumentar el rigor de aquella tensión invisible de ahí afuera, que va rodando sobre rieles metálicos y sin pensarlo, vuelve al mundo de antes, el de los diarios y las zapatillas, las mochilas y los empujones, dejando tirado en un costado del banco su leve dormitar para que lo agarre quien quiera. Son las 9 de la mañana. El subte llego a destino.

lunes, 16 de noviembre de 2009

Señales


Los nuevos problemas les llenaban de preguntas sus cabezas. Buscaron explicaciones racionales, teoremas y estructuras aplicables de sentido para solucionarlos, pero no había caso, ella seguía tejiendo una red enorme entre los dos árboles del patio, mientras él volaba sin ataduras ni orientación fija sobre la ciudad, buscando pronto aterrizar sobre alguna terraza.

Algunos vecinos decían que lo hacía para cazar pájaros, otros que simplemente estaba loca, la cuestión es que Verónica tejía incansable ovillo tras ovillo entre las ramas, mirando cada tanto al cielo perdida entre sus cosas para descansar la vista.

El suelo se extrañaba mucho, hacia más de un año que no se detenía y Alfredo necesitaba como fuera posible parar. Pero tampoco era tan malo, pues en ese entonces ya se había aprendido algunos trucos y si dejaba de respirar un rato o movía sus brazos con energía, podía llegar a predecir donde lo llevarían las corrientes del viento con cierta precisión.

La ciudad es grande e impredecible, la red de Verónica crece semana a semana, el vuelo deAlfredo se hace más controlado con el tiempo. Nada mas se puede decir, ahora solo resta esperar.




jueves, 12 de noviembre de 2009

Numeración

De alguna manera estaba seguro que todos tenían una cifra pesándoles sobre sí mismos, y que además era estrictamente necesario conocerla para poder moverse sin dificultades por el mundo. Sin embargo todavía no encontraba la norma, los decibeles, los centímetros, metros, grados, litros o cualquier otro tipo de escala conocida o por conocer, para dar exactitud a su existencia y poder compararse con el resto de los mortales. Cada tanto una pesadilla acerca de la medida perfecta lo asaltaba. La imaginaba lejana, como cambiando de forma y a medida que se acercaba finalmente a ella sus ojos se ponían cada vez mas borrosos, emocionado por las lagrimas de haberla hallado, pero impidiéndole leer mientras que con mucha dificultad trataba de componerse y la cifra se evaporaba con lentitud.

A veces por precaución la buscaba en el salario, en una suma compleja acerca de la cantidad de cosas que poseía, en las notas de los estudios durante toda su vida mediante promedios estrictos o en las patentes de los autos, pero nada, ni una sola certeza reveladora que le indicara que ese era su número. Si hubiera sido alguno de aquellos estaba seguro que lo reconocería al instante, porque allí se vería igual que en un espejo pero en diferente forma, comprendiendo matemáticamente en un mismo espacio porque dejo caer la taza aquella vez en lo de tía Emilia, que habría sido de su vida si no regresaba de Italia o cuantas veces en total beso a Verónica. Mientras tanto sigue buscando, pacientemente espera y cuenta, sabiendo que algún día inesperado encontrara la cifra o a lo sumo ella lo encontrara a èl para darle alguna explicacion logica a un mundo que por momentos no parece tener ninguna certeza.


lunes, 9 de noviembre de 2009

Inquietas

Pican las palabras indicadas sobre la cabeza del señor Braulio Armendia. Él se rasca inquieto mientras ellas no deja de picar cada vez más fuerte, irritándole la piel por el riguroso movimiento constante de las uñas que van de arriba abajo y a veces en forma circular raspando firmes como queriéndolas arrancar. Pero ellas siguen ahí, picando constantes como un malón incontenible de piojos enormes y asesinos, o como una patota de sombras inquietas que amenazadas intentan escapar golpeando las paredes de la razón. Braulio Armendia perturbado las siente, pero todavía necesita terminar de llenar los formularios antes de salir del trabajo, ya muy cansado, llegando a casa de mal humor para sentarse definitivamente sobre su escritorio e ir esgrimiendo las palabras a punta de birome, un rato antes de recostarlas una a una sobre las hojas de su cuaderno gris para que mañana no vuelvan a picar, todas adornadas y limpias, bien vestidas de poesía descansando dentro del cajón de la mesada.


miércoles, 4 de noviembre de 2009

Caligrama




El tiempo Cristalizado

Dibuja un extraño mecanismo Luminoso
Capturando todas las esencias En un nuevo amanecer




lunes, 2 de noviembre de 2009

Suspiro

Encriptado en sus asuntos y con cara de preocupación, un señor pequeño dejo caer un suspiro de esos profundos y llenos de pesadez sobre el asfalto sucio por donde caminaba. Al quitarse tal peso de encima continuo aliviado unos pasos y lo miro tendido unos segundos antes de seguir su camino. Varios metros más tarde una mujer lo pateo en tres ocasiones al pasar, un grupo de niños lo recogieron, ya todo mojado y gris, olvidándolo luego en algún portal cercano a la casa de la señora de Aguirre, a quien justo esta mañana sorpresivamente aquel mismo suspiro se le prendió del vestido y sin que se diera cuenta fue trepando hasta su boca justo cuando veía la novela de las seis. Disparado nuevamente con ferocidad el suspiro cobro fuerzas hasta la cocina donde termino por perderse camuflado con algún otro viento pasajero hasta el jardín, buscando otra persona que lo nesecite para ayudarle a expresar con emoción esa historia o pensamiento interno que está a punto de experimentar.