lunes, 20 de abril de 2009
Comodidades
Robándole a la nostalgia un cuento, susurro a la sombra de una parra a su nieto el secreto abismal de cuando todo era inmortal y no dependía de casi nada, respirando vida bajo aquel techo entrerriano de chapas de la casita azul, donde un día olvido la felicidad, poco antes de conocer el dinero y convertirse en otra elemental e inconformista criatura del comfort.
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