Podría - Debería - Quiso
buscarla entre el alboroto de las mesas del restaurant, mirar sus ojos otra vez brillando sobre el millón de controversias que iban impidiéndole el paso como una enredadera que brotaba desde las bocas de los invitados y el alboroto de las falsas conversaciones desfilando con un tono siniestro disfrazadas de importancia. En toda esa incertidumbre ella
era - fue - seria
la intuición de un momento, el encanto de una sombra que sofoca al fuego y se desvanece rápido.
Antes - Entonces - Después
habría que darle forma al silencio convirtiéndolo en canción, porque era necesario rescatarla de su frágil intimidad, la cual no sería capaz de resguardar por mucho tiempo sin que nadie la defienda con ferocidad entre tanto calculo premeditado y hostil, desatando posibles desastres inesperados por atreverse a haber
encontrado - añorado - extraviado
aquel amor, indiscreto y lleno de promesas, que esperando en la puerta ya de cara a la calle y con el abrigo puesto, sigue los pasos de su intuición
en soledad - a su lado - alerta
,al compas de la ciudad como un camino más, abierto a innumerables posibilidades.
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