Para saber la verdad sobre Aldana no necesitaba de tiempo, de especulaciones vacías o palabras que adornaran el panorama. De nada servían todos esos artilugios vagos por más grandilocuencia y efectos especiales que desplegaran a su alrededor, sino lograba quedarse dormido profundamente a su lado.
lunes, 26 de octubre de 2009
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