jueves, 29 de abril de 2010

Estadía

En el estrecho entrevero de las concesiones dejo pasar una palabra en medio de la disputa por el costado izquierdo, sin embargo dado el peso de aquel infortunado momento nada parecía haber cambiado, ni siquiera cuando se metió casi de prepo en uno de sus oídos, levantando campamento y encendiendo fogatas innecesarias de esas que la abrigan durante el frio de lo que parece ser una larga espera. Muchas noches pasó por su cabeza galopando bajito y anido despreocupada por meses hasta que irrefrenable, la palabra se lanzo directamente desde el inconsciente en un salto mortal para estrellarse de un solo golpe contra la cara de Aldana, sin que Francisco pudiera evitar verla cada vez que volvían a pelear, como una niebla oscura reflotando sobre las facciones de aquel rostro por instantes desconocido.

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