lunes, 16 de febrero de 2009

Dualidades

Y a pesar de no parar de moverse cree estar muy malherido volando bajo por alguna calle de Buenos Aires, respirando a la mañana con dificultad de cigarro las penas almacenadas junto a los gorriones, hilvanando los acordes de alguna sucia canción y siempre sospechándola cerca para encontrarla jugando a la sorpresa como a una caricia del viento, una bolsa de pan viejo o una galletita dulce que pronto acabara de caerse de la mano de aquel niño.

1 comentario:

Maria Coca dijo...

La dualidad personificada. Nunca sabrá a ciencia cierta quién es realmente.

Besoss