martes, 30 de septiembre de 2008

Chat

Imagino esa velocidad y destreza de su hijo aplicada al piano después de tantas horas de práctica ejercida con el teclado de la computadora, pero al ver como las palabras deformadas y las faltas de ortografía desafinaban tanto, prefirió aquel golpeteo seco, rodeado de ruiditos extraños y caritas de colores a tener que enfrentarse con una fallida reversión de alguna pieza de Mozart.

lunes, 29 de septiembre de 2008

Desparejos

Y de su alma escaparon dos soles, cinco lunas y unos últimos versos de contrabando, mientras se alejaba de las nubes negras que ella ofrecía a cambio, cargadas de falsas promesas que no paraban de llover embarrando aun más sus caminos.

viernes, 26 de septiembre de 2008

Ordenes


Era vital estar concentrado en medio de tanto cansancio para evitar cualquier error de apreciación que derive en acomodar en la carpeta incorrecta cada uno de los archivos. Faltaba mucho trabajo todavía por hacer, cuando ella entro a inspeccionar y lo encontró relajado, encendiendo la noche al caer un cigarrillo, tomándose un amanecer frio mientras llegaba el café, perdiendo el hilo desorden de pensamiento, extraviado la concentración aturdido mirando piernas, ojos y palabras en conductor un hilo, sin atrás, por vuelta, completo desconcentrado.

jueves, 25 de septiembre de 2008

Atajos

Cansado de tanto problema el personaje abrió un sendero entre la jungla de palabras y apartandolas junto a las molestas hojas , fue atravesando rapidamente las paginas del libro hasta llegar de un tirón al final, poco antes de morir y rodeado de extraños, sin haber comprendido nada de su propia historia.


miércoles, 24 de septiembre de 2008

Idiomas

De patio a patio a su forma argumentan las verdades a los vientos. El insistente, ella persuasiva. No tienen otra opción, saben que no depende de ellos encontrarse, quizá alguna tarde presionando al mismo tiempo puedan verse en uno de sus paseos o escaparse en un descuido hasta la puerta vecina, manteniendo todavia viva la esperanza aunque no haya quien los entienda, dejándose sobornar fácil con algunos restos de comida y una orden persuasiva estricta para los presuntos enamorados, con tal que dejen de una buena vez en paz al barrio, ya cansado de tanto y tanto escucharlos ladrarse tonterías.

martes, 23 de septiembre de 2008

Metáforas

No comprende a que se refiere cuando le propone navegar en diagramas transversales de frutalidad, sobrevolando los campos de la noche con locuras contenidas y enjambres secretos del sabor del cielo. Tampoco capta el sentido de beberse la noche, cabalgar estrellas, jugar a las escondidas con el tiempo o hallar de casualidad el Gran Impulso aguardando impaciente en el bolsillo delantero del pantalón. Todos sin sentidos para sus racionales entendederas, más atrapada en corregir los puntos, las comas y la matemática gramaticalidad de las palabras, que en las ocultas y complacientes metáforas que proponían una evidente promesa de amor.

lunes, 22 de septiembre de 2008

Bicicleta

Lo único que puede salir mal es que el pedal no funcione como antes o los frenos vencidos cedan ante la mortal seducción de la atractiva bajada de la calle Arenales, pero el precio de sentir el viento deslizándose a una progresiva velocidad, que a él le parecerá cercana a la de la luz hasta llegar abajo, lo vale. Despues deberá pedalear para encender mejor los motores del vuelo buscando el momento exacto en que no pasa ningún auto, gritar nomas de loco de tanto disfrutar el viaje y darse cuenta llegando a la esquina de lo tarde que es para apretar duro aquellos inservibles fierritos traicioneros pegados al volante, obligado desesperadamente a bajar los pies para gastar el talón de la suela de los zapatos casi nuevos de la escuela buscando muy tarde aminorar la marcha en aquel sobrevuelo de asfalto, aguardando el inminente impacto, que de ser posible, planea realizar en algún lugar acolchonado con pasto a riesgo de los gritos de mamá por arruinarse toda la ropa con mierda de perro y barro.

viernes, 19 de septiembre de 2008

Fase

No piense que es sordera. No se confunda usted señor si no lo saluda al salir de su casa, ni pretenda juzgar esa actitud lejana cuando se dirige a él en algún encuentro. El asunto es otro. Nada personal, no vaya a pensar. Tal vez un espejismo, una fase pasajera. Una de esas postergadas pautas delatoras que muestran el mal paso, esas que caen un día con sorpresa implacable para cobrarse entera la cuenta del paso del tiempo. Quédese tranquilo mi amigo y no se asuste si una noche de estas llega a encontrarlo hablando fuerte y solo al caminar, matando viejos pretextos amotinados que antes le impedían por ejemplo pintar la casa o buscando nuevas controversias, de esas que lo dejan a uno exhausto de tanto retorcerlas en vueltas a pesar de su rigor intenso de amagar con la siembra de nuevas realidades. Llego simplemente su hora para quitarse las vendas, cortar los puntos y arrancarse las cascaritas de las lastimaduras sin importar demasiado si todavía sangran o traen aparejadas algún otro tipo de consecuencias.

Mañanas

A esas horas el mundo se pone critico y la vida se desnaturaliza, cobra una crudeza matutina en el silencio y no crece una pizca de ganas de rendir homenajes o presentarse cordialmente entre colegas. En ese tiempo entre la cama y la ropa fría, cuando enciende el primer cigarrillo del día y abre la ventana del cuarto todo es más real, desde las quejas climáticas hasta el agua de la ducha. Pero va siendo hora de salir y no debe olvidar que las apariencias esperan en la puerta. Una lástima. Si lo hubieran visto hoy tan limpito que estaba.

jueves, 18 de septiembre de 2008

Deberes

No debía despertar tales pasiones, esas de llamadas inoportunas, apariciones inesperadas o gritos en avenidas transitadas demandando explicaciones, alguna reparación o caricias convulsionadas. Resultaba dificultoso llamar la atención de maneras contundentes o rotundas, así como hacen en la tele, con consignas pedantes o alegrías que siempre parecían insatisfechas, enigmas inconclusos o misterios de feria envolviendo a las palabras como papeles de diario repletos de noticias viejas. Alguna vez lo intento pero no podía, era casi imposible que las tratara mal a sabiendas, que dejara de escucharlas cuando requerían de su ayuda o se escapara a la mañana por no besarlas en la intimidad, en esa otra intimidad de la mañana tan distinta a la de la noche y sin embargo tan cercana en horas. Simplemente no estaba en él ser así, antes prefería sufrir en paz, mas bien como un solitario, luciendo orgulloso para si mismo el tapiz de su consciencia tranquila , sin manchas que quitarle a puño limpio o remiendos inventados a fuerza de carencias.

miércoles, 17 de septiembre de 2008

Can

Pensó que habría que convencerla como fuera posible de su inocencia con cada paso, sin tropiezos desorbitados que la hicieran desconfiar y sincronizando señales complejas de ternura que oculten la evidencia, mientras lamia apresurado los restos de carne, papas e incluso verdura esparcidos en el piso y toda la mesa, producto de su indiscreta tentación canina, poco antes que regrese de sacar la basura de afuera.

Ella

De pequeña estar con ella era como llevar encima un raspón ardiendo constante e indiferente en algún lugar del cuerpo, ya de joven costaba horrores acompañarla atravesando obstáculos, cortando el fuego con tijeras de papel y sonriendo como tonto entre los demás quemados, mientras ella no sufría ni el mas mínimo rasguño. Hoy el entramado se complejiza, crecieron los argumentos y las responsabilidades y para la mayoría dejo de ser tan encantador como antes. Los conocidos ahora se acercan con desconfianza y preguntan con cautela para ver como sigue la cosa, si se lleva con calma su compañía, siempre con gesto adusto y expresión austera de superados, acompañados del brazo de su esposa con una voz grave y melodiosa, intentando ocultar el morbo bien adentro pero sin lograrlo. No corren, mas bien se acercan despacio, cómodamente instalados en sus trabajos y seguras ocupaciones por no rasparse con los bordes, atravesar obstáculos o acercarse un poquito siquiera al fuego, no vaya a ser cosa que salgan quemados. Solamente la observan de afuera temblando ante su invencible paso con la misma fascinación que les produciría sufrir un accidente, y teniendo en cuenta sus nuevos gustos eso ya es pedir demasiado.

martes, 16 de septiembre de 2008

Especificaciones

Para instalar el armatoste este usted requerirá de un coso de esos que ajustan fuerte, tome la chapita esa redonda metalizada y un tornillo e introdúzcalos en el agujerito, el otro aparatito marrón va enganchado con la maquina de motor que hace un agujero para que encaje adentro de la madera, enchúfela con el chorlito de tres patitas a 220 poniendole el pituto chico aquel, pero cuidado con que sea muy grueso que sino después le queda grande y se complica. Con la otra herramienta que casi siempre viene en plateado, gris o negro, o sino con un cuchillo de la cocina o una tijera, corte los cables con cuidado sin dejarlos demasiado descubiertos y en la punta va un plastiquito con dos patitas de metal para que prenda. Como siguiente paso empuje con fuerza hasta que las dos partes se ensamblen sin romper la garlopita esa del costado, afirmándolo con un par de clavos, y algo que sirva para empujarlos adentro de la madera con fuerza y le de mas firmeza. Ajuste todo a los costados con los fierritos largos esos que vienen de distintos tamaños y se usan para las tuercas, eligiendo según sea el caso el adecuado y listo, ya esta terminado, ahora puede finalmente disfrutar de su nuevo, exclusivo y original mueble de interiores.

lunes, 15 de septiembre de 2008

Casas

I

Cada canilla llorando a sus tiempos la sensibilidad extrema de la casa todavía desocupada, sin gas que respirar en las hornallas, ruidos de pasos, ni olor a perfume de comida en la cocina, añorando en su letargo pesado y húmedo de encierro un cálido rayo de luz de la calle en cada breve visita ocasional de los posibles compradores, mientras sueña con un dueño nuevo capaz de devolverle el alma y reactivarla nuevamente.

II

Se lo venían advirtiendo los sonidos extraños, las caídas de los objetos sin explicación aparente y las corrientes repentinas de frio, sin embargo era imposible pensar en aquello para una mujer como Verónica, porque en su casa ya todos bien sabían que estaba terminantemente prohibido que entrara algo fuera de lo racional. Sin embargo una mañana de jueves el espectro cobro forma humana e intento asustarla mientras desayunaba, ella con tranquilidad se sentó a su lado mientras con voz pausada lo fue convenciendo de la imposibilidad lógica, matemática y científica de su existencia hasta lograr su objetivo, y afirmando con la cabeza de cuando en cuando, el fantasma vencido fue desvaneciéndose muy lentamente ante sus ojos.

jueves, 11 de septiembre de 2008

Perdidas

Algunos dicen que la perdió en un entrevero en la calle Ayacucho, otros que se la olvido tirada por ahí de tanto andarla maltratando a la pobre, lo cierto es que cuando quiso recobrar su dignidad, nadie estuvo dispuesto a otorgarle un crédito sustentable como para que lograra su objetivo.

Dolores

Es tarde pero sonríe fuerte al salir de la obra, a pesar que a estas horas la calle ya le duele en los pies, en la espalda, en los brazos y punzando intenso dentro de su enorme cabellera blanca. Le duele en el frio y en la espera, en el boleto de tren de madrugada, en las manos blancas de cal que se esconden en el pantalón, buscando el calor entre papeles sueltos y entreverándose en consuelos tibios con un olvidado caramelo de naranja. Así le duele a él la calle, en el hambre, en los charcos sucios y en los apresurados pasos por las esquinas mojadas, que cada noche camina solo hasta caer rendido, rendido de trabajo y calle, finalmente en su casa.

miércoles, 10 de septiembre de 2008

Pocas

Unas pocas pueden dar con la combinación justa, hallar el lugar dónde cortar, descocerlo despacio y mirar adentro sin ningún tipo de discreción, para descubrir cómo funciona minuciosamente. Solo contadas hembras, pero las de en serio, tienen esa capacidad de tomar su centro de gravedad y desplazarlo unos centímetros hasta desbalancearlo con el mundo a su antojo, y observarlo caer al suelo mientras intenta pararse torpemente para recibir un beso, una caricia o lo que sea con anhelo. Como artista es lo único que pide, dos o tres con esas caracteristicas y con eso basta, eso sí, correctamente distribuidas a lo largo de su vida. Dos o tres poderosas musas y nada más.

martes, 9 de septiembre de 2008

Desacuerdos

Amenazando con un insulto en la mirada Sabrina lo recorrio de arriba abajo, Javier respondió con indiferencia acomodando las cosas en la biblioteca de pino y luego quitándole el polvo a las sillas, entonces ella dejo caer varios libros a su lado con fuerza para llamar la atención porque seguía muy enojada, libros pesados y viejos que él levanto sin quejas ojeando alguno más que otro antes de colocarlos en su lugar. La cosa se habia tranquilizado hasta que Javier le trajo un café bastante frio y sin azúcar a medio llenar en una taza sucia, Sabrina lo entendió y respondió desacomodando prolijamente sus hojas sobre el escritorio. En ningun momento se hablaron una sola palabra, el silencio era fundamental, sin embargo ambos sabían bien que se estaba gestando un conflicto con aristas inesperadas, donde cada pequeño movimiento se convertía en una elaborada estrategia de guerra. Solo faltaba el puntapié inicial, la bandera roja, el impacto de la primera palabra contra el pecho del otro para estallar con toda la furia necesaria en cualquier otro lugar, necesariamente fuera de la biblioteca pública.

lunes, 8 de septiembre de 2008

Baldear

Pasar un plumero suave y después baldear las paredes y el techo, el piso y las ventanas, los libros, el sillón, baldear también las aceras, el delantal, la computadora. Trapear muy bien al vecino hasta que brille, al jefe, los noticieros, los idiotas y las horas tristes, limpiar cantando preferentemente con trapo impecable y escurrir la mugre lejos, para que todo luzca nuevo, para que todo brille mas por un tiempo utilizando siempre y sin olvidarlo como refuerzo, su aroma predilecto de un calido y refrescante sentido del humor.

viernes, 5 de septiembre de 2008

Home

Aunque cambiaran el nombre del barrio donde siempre anido, intentaran sobornarla con regalos o amenazarla con su destrucción, ella jamás abandonaria su ideología. Lo de los adornos realmente no le importaba tanto, pero tampoco estaba dispuesta a dejarse maquillar con pinturas o revoques estrafalarios para aparentar lo que no era. Si la hubieran visto en sus años de gloria, tan envidiada por los vecinos y hoy, descascarándose en profundos silencios, anidan en sus paredes las humedades más espesas, añejadas por las vidas que transcurrieron dentro y caminaron los largos pasillos hasta el patio del fondo, justo por allá siguiendo estas baldosas, donde ahora mismo está entrando la topadora arrasando con todo para dejar el terreno limpio y construir la mayor cantidad de novedosos, insignificantes y diminutos dúplex, amontonandose uno junto a otro hasta que entren y asi, acrecentar en un futuro muy cercano el confort del desconocido vecino del mañana.

jueves, 4 de septiembre de 2008

Peluche

Lenta e imperceptible fue perdiendo las mañas con cada una de sus caricias, abandonando las simpáticas transgresiones del pasado y cuando comenzaron a darse cuenta de la situación ya era tarde. La ciencia todavía no conseguía explicar cómo los pelos podían haberle crecido tanto, a tal punto que no lograba moverse o pensar sin alguna dificultad, y a pesar de visitar a los mejores médicos, manosantas y peluqueros, tanto del país como del extranjero, no había una fórmula acertada para revertir el proceso del crecimiento progresivo de su cabello hacia el interior de su cuerpo, sin otra salida más que dejarlo vivir a su forma y en paz, eso si, acomodándolo con cuidado cada dia entre el resto de los peluches que yacían en la cama.

miércoles, 3 de septiembre de 2008

Cautiva

-Sera que usted viene a ver a Rocío Mirelia del Solar? Pues aquí la tiene, espéreme tantito – y la señora en alpargatas apuro el paso mientras terminaba de baldear la vereda. Augusto se puso nervioso, pensó que lo estaban engañando porque jamás podría imaginar a alguien como ella así, la misma que alguna vez lo había desvelado en la ficción comportándose ahora tan diferente, sin esa extraña antipatía hacia las cuestiones vulgares ni su voz hasta entonces desconocida pero cálida, clara y serena, deslizándose por el aire. Apoyado contra una pared sucia encendió un cigarrillo mientras miraba el agua correr por las canaletas. Rocío lanzo la vieja escoba y conversaron entre pitadas, fue ahí que se convenció, Rocío sería incapaz de fumar. Aquella no podía ser Rocío.
La puerta rechino bastante cuando entraron a la casa, la misma que Augusto ya conocía bien por haber leído tanto la novela, prepararon café antes de la entrevista y entre molesto y decepcionado se dejo caer en un sillón naranja, considerando la idea que esa mujer había secuestrado a Rocío para apoderarse de su vida. Toda la información que había recabado no serviría ya para nada, era otra persona la que estaba allí, o por lo menos eso creyó hasta sacar el bolígrafo junto a la libreta, y ella, la que estaba escondida hasta entonces en algún lado, la misma Rocío de la ficción se sintiera demasiado atraída como para rechazar la vuelta, mucho más relajada, segura y sin ningún tipo de presiones. Así era ella y hasta ahora su actitud era la mas conveniente en primera instancia, ya que tampoco se trataba de andar mostrándose como si nada ante cualquiera, pero porque en realidad además fue Augusto quien hasta entonces no la había cautivado correctamente, con toda esa suspicacia constante rondando en sus ojos, impidiendole volver a aparecer en escena.

lunes, 1 de septiembre de 2008

Batallas

Con bastante frecuencia ella se quejara por nada a la hora inapropiada, abrirá la boca cuando no deba para debatir con abismal energía asuntos sin importancia, llorara en silencio y dormirá de espaldas acurrucada en la cama resguardándose en su propio mundo. Con bastante frecuencia él la escuchara sin ganas, cerrara la boca cuando es preciso para no debatir asuntos importantes, a veces sufrirá en silencio, solo a veces, e inevitablemente al terminar la contienda se dormirá extraviado sin saber muy bien que pasa, para olvidarlo todo al otro día como si nada. Ambos ya conocen demasiado bien las estrategias, los índices de tolerancia y por no quebrar las formas de enfrentarse decidieron esa previsibilidad, esos persistentes hábitos de prudente familiaridad, acompañados al ritmo de un vals donde a fuerza de rutina y ensayos, los pasos vienen demasiado bien aprendidos desde épocas pasadas.