jueves, 9 de abril de 2009

Desorden

Entro en silencio a la habitación de Luisa para esperarla, y se vio rodeado de papeles y objetos extraños convenientemente desparramados por todo el lugar. Todo parecía vibrar allí como en una fotografía de la que pronto sin darse cuenta se iba perdiendo formando parte de las cosasjunto a los otros disco de pasta, los libros viejos, una taza de café, la enorme montaña de ropa sucia o de migas de pan. Perdido en aquel mundo extranjero indago perplejo su complejidad para entender, y en especial entenderla, todo en vano y al regresar Luisa a rescatarlo de su laberinto privado partieron hacia su casa, donde todavía conserva la capacidad de no perderse demasiado en su propio desorden.

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