Mago

En cada viaje espiritual el mago traía nuevos conocimientos de vital importancia para la humanidad, pero esta vez la curiosidad lo había adentrado demasiado profundo en aquellas tierras prohibidas. Sus discípulos lo sabían pero no se animaban a intervenir, ya saldrá solo, decía uno mientras el otro iba a buscarle un poco de agua para que pudiera saciar su sed apenas regresase. Estaban convencidos que su mente se extravió recogiendo verdades del árbol de la sabiduría, que quizá conoció algún ángel en el camino o converso con el viento hasta tarde, y entre conjetura y conjetura esperaron al lado junto a su cuerpo entre impacientes y asustados. Luego de dos semanas vieron las primeras reacciones, todo el conocimiento humano pasado, presente y futuro ya no tenian misterios para el mago, los secretos de la geometría, el tiempo, el espacio habían sido depositados en un hombre que tendido en la cama comenzaba a moverse, mientras sus dos discípulos se acercaban rápidamente para incorporarlo sin decir una palabra, comprendiendo toda la compleja gramática del asunto con solo ver aquella singular e imborrable expresión forjada en su rostro...