miércoles, 15 de julio de 2009

Correo

Todos los deseos en cartas, las cartas en trazos, los trazos en coincidencias, las coincidencias en sobres aguardando dentro de un buzón en una calle repleta de monstruos hechos de tiza, que convirtiéndose en polvo sobre un viento pasajero recorren su cara que asustada se esconde dentro del espejo cercano a la puerta, la misma por donde cada jueves entran todos los deseos disfrazados de cartas, de trazos, de coincidencias, de buzón y calle, de monstruos de tiza y viento, imaginando su expresión ausente en los espejos y atravesando la entrada una vez mas, para esperar en algún rincón de la casa a que ella vuelva de trabajar y juntos puedan terminar la noche acurrucados en la cama hasta el amanecer.

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