lunes, 29 de diciembre de 2008

Resfregar

El profesor Arriaga refriega con las manos sus ojos llenos de sueño, tal vez pensando que así podrá esparcirlo mejor y encontrar un recoveco que logre despertarlo, permitiéndole enfocarse nuevamente y maniobrar por algún costado de aquel empañado mundo, vislumbrando un pedazo de la realidad. Pero no, de tanto remover el enchastres se hizo mayor abandonando su consciencia y dejándolo dormido en medio de la clase frente a los alumnos, sin que nadie pudiera rescatarlo, justo un segundo antes de chocar sobre la banquina de la ruta y despertar nuevamente en medio del aula.

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