lunes, 22 de febrero de 2010

Distancia

Mojándose las almas con el frio de la noche, pitaron el último cigarrillo juntos acurrucados bajo un techo descascarado, alumbrados por la luz azul de una vidriera. Ella atolondrada se dejo besar, el malinterpreto algunos de sus aciertos enredándose en palabras, erro distancias con la torpeza de su mano izquierda y al caer abrazados abruptamente en el lugar común se dieron cuenta de la situación muy tarde sin que les importara demasiado, igual que en 1942 cuando sus nombres y sus cuerpos eran otros, a más de 65 años de distancia de aquel mismo sitio.