jueves, 17 de abril de 2008

Invisible

Desde que se convirtió en un hombre transparente, no para de bañarse, usar perfumes o desodorantes y al pasar frente a la gente y ver que todos se preguntan de dónde venía ese olorcito tan rico, entonces el señor se siente un poco menos transparente que antes y un tanto más feliz, porque en definitiva la cuestión de fondo es que alguien todavia pueda intuir su presencia en aquel silencioso andar.

2 comentarios:

Historia de los Días dijo...

Quizás sea el otro yo perdido de alguien, en todo caso que bueno que la pase bien en su invisibilidad

http://www.ciudadseva.com/textos/cuentos/esp/benedett/otroyo.htm

dijo...

GENIAL