Luego de mucho tiempo la etiqueta del precio con un numero bajísimo, riendo en su audacia adherida a muerte a la caja del rallador de queso, debajo de la mesada y todavía en su empaque
original sin querer desprenderse, para darle algo de credibilidad al regalo de último
momento del cumpleaños de Clarita.
jueves, 30 de enero de 2020
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