jueves, 4 de septiembre de 2008

Peluche

Lenta e imperceptible fue perdiendo las mañas con cada una de sus caricias, abandonando las simpáticas transgresiones del pasado y cuando comenzaron a darse cuenta de la situación ya era tarde. La ciencia todavía no conseguía explicar cómo los pelos podían haberle crecido tanto, a tal punto que no lograba moverse o pensar sin alguna dificultad, y a pesar de visitar a los mejores médicos, manosantas y peluqueros, tanto del país como del extranjero, no había una fórmula acertada para revertir el proceso del crecimiento progresivo de su cabello hacia el interior de su cuerpo, sin otra salida más que dejarlo vivir a su forma y en paz, eso si, acomodándolo con cuidado cada dia entre el resto de los peluches que yacían en la cama.

2 comentarios:

dijo...

ser un todo con el todo...
parte de.
mil besos

Anónimo dijo...

Felicitaciones por tu blog
saludos