jueves, 11 de septiembre de 2008

Perdidas

Algunos dicen que la perdió en un entrevero en la calle Ayacucho, otros que se la olvido tirada por ahí de tanto andarla maltratando a la pobre, lo cierto es que cuando quiso recobrar su dignidad, nadie estuvo dispuesto a otorgarle un crédito sustentable como para que lograra su objetivo.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

undosytefirme

cuanta verdad habita en vos
fulano que me partis el craneo en dos...
(mandame cuentos que te los publico en mi blog)
undosytefirme.blogspot.com
besos

dijo...

Cuando la perdemos, no la podemos recobrar tan facilmente...
un abrazo!

Anónimo dijo...

Hay perdidas que aunque se puedan reparar, se convierten en irreparables.

Anónimo dijo...

Hay perdidas que aunque se puedan reparar, se convierten en irreparables.

Meche dijo...

Quién me dará un crédito, mi señor, sólo sé sonreir.

(Qué popular esta entrada, che)

Maria Coca dijo...

Muy bueno y certero.

Besos