lunes, 12 de noviembre de 2007

Araña

Tejiendo una ilusión iba desplegando cuerdas, atando los cabos con sumo cuidado muy lenta y progresivamente. La red fue creciendo y cuando se quiso dar cuenta había conquistado la máxima altura posible, fue entonces que la ataco ese extraño instante en que todo cuadra sobre aquella cumbre final. Se tomo unos segundos y supo que allí estaba su verdad, habia descubierto su extremo miedo a las alturas, después de aquello no pudo hacer nada más que quedarse petrificada en la cima de su propia proeza, esperando algún tipo de fuerza que fuera capaz de liberarla del peor de los temores posibles, el que ella misma se había creado.

1 comentario:

Maria Coca dijo...

En ocasiones, no intuímos ni somos conscientes de las consecuencias de nuestros actos... Me gustó.

Besos desde mi orilla.