miércoles, 28 de noviembre de 2007

Deleites

Sube los peldaños para entrar a su casa y se sienta con una copa de vino frente al piano observando una detestable pintura sobre él, regodeándose en el deleite y vislumbrando un porvenir en el que ella ya no está más. Al poco tiempo suena la puerta y los pasos en la escalera, su delgada figura aparece del brazo de otro tipo quebrantando aquel deleite e implantando un nuevo porvenir, en donde supo de inmediato que la iba a extrañar mucho más de lo que suponía.

2 comentarios:

Anilina dijo...

qué inestabilidad provocan algunos amores...me encanta que dejes siempre un final abierto para imaginar...
Besotes

JeJo dijo...

Si ordenáramos tus post alfabeticamente tendríamos en este blog tuyo un diccionario literario.
No deja de sorprender tu prolífera imaginación.
Saludos ...