martes, 6 de noviembre de 2007

Doctrina

Agustina fue adoctrinando a Gustavo para que fuera lo que siempre había soñado, le enseño a entretenerla, le aseguro que no era bueno salir con sus amigos y mucho menos tener amigas, lo percato de algunos detalles que le molestaban y llego a convencerlo de lo positivo que era acompañarla a comprar ropa durante todo el día. Cuando considero que su Frankenstein moderno había llegado a la perfección, se aburrió y lo dejo por un tipo cargado de relaciones extrañas con mujeres fáciles, que salía mucho y estaba poco, y jamás se le hubiera ocurrido acompañarla a ningún lado con excepción de un hotel.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

lo impredecible de los seres libres y caóticos es lo mejor de las relaciones humanas...y lo peor :) a mí también me gustaría tener de vez en cuando ideas como las tuyas. Y ojalá algún día vaya a Argentina..

Maria Coca dijo...

Si es que cuando lo tenemos todo no queremos lo que tenemos... La vida es una contínua búsqueda de lo que nos falta...

Besos amigo.

Unknown dijo...

Hola!!Muchas veces aquello de lo que escapamos y considerabamos aborrecible se convierte en atractivo..
Me encanta lo que escribis,
Besoss