martes, 17 de junio de 2008

Engaño

Se detuvo a sospechar de ella siguiendo el engañoso camino de las certezas y la vio en brazos de otro, traicionando su verdad y aniquilando toda coherencia. Estaba enojado, no era para menos, Mariana se había atrevido a menospreciarlo en la hora de la siesta y ni siquiera habia pedido disculpas. Al despertar de aquel sueño supo que la cosa asi ya no podía seguir, la miro con desprecio una vez mas y se fue sin dar ningún tipo de explicación de la casa de Boedo.

1 comentario:

dijo...

Aveces los sueños son tan reales que creemos en ellos... y nos vamos de todo...
besos