lunes, 9 de junio de 2008

Estacionamiento

Aunque el presidente sonreía con una mueca complaciente, acatando las reglas que el mismo en su momento habia creado respecto a estacionar por orden de llegada, todos sabíamos que ese lugar cercano a la entrada le correspondía. Todos menos López, todavía inconsciente de la silenciosa guerra privada que había desatado.

1 comentario:

dijo...

Pobre Lopez! lo que le espera!
el poder es aveces usado de formas maquiavélicas.....