miércoles, 27 de febrero de 2008

Bifurcado

Ella temía porque Su amor era como un ardor intenso que lo tenía temblequeando sin remedio, que la mantenia alejada del mundo, mientras sin poder hacer nada lo veía a Julio sumergido en una tierna y triste enfermedad, en un dulce encanto de perderse, sin encontrarle un sentido aparente a sus actos, por un lugar lejano a todo y con el único fin de buscar un pasaje, un atajo o una señal a un camino que todavía no existía, ni llegara a existir nunca para Verónica.

2 comentarios:

un viejo tanguero dijo...

¿La oscura sospecha de que el otro se está yendo?

Marie dijo...

O la horrible certeza de que no hay forma de retenerlo???