martes, 19 de febrero de 2008

Futuro

Todas las reuniones familiares lo mismo, se adivinaban el futuro unos a otros con alto grado de certezas y yo sin comprenderlos. Según la tía Olga todo era gracias a la juventud tan incredula que poseia y eventualmente, como suele suceder, alguna vez llegaria a su fin. La cuestion era que mientras ellos baticinaban sus aciertos, yo seguía paseándome con mi libre albedrio acuestas, contradiciéndolos en cada predicción que se animaban a arrimarme con una punteria mas que asombrosa.

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