viernes, 22 de febrero de 2008

Confesión

Se contagio sin quererlo del mal de Jorge quien un día le confesó en secreto que se incomodaba mucho en sus cumpleaños y llegaba a pasarla muy mal, al no poder comprender del todo cuál era el merito que había realizado para recibir tantos regalos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

No hay nada como vivir en la perpetua ignorancia.