martes, 29 de enero de 2008

Casa

En cada una de las casas del pueblo existe un olor particular y único definido por sus habitantes, comidas y formas de vida. Pese a ello resulta muy raro reconocerlo para quienes viven en ella, debido a que quizá están tan familiarizados con él formando parte suya, que ya no pueden sentirlo.

7 comentarios:

Maria Coca dijo...

Cada casa guarda la esencia de quien la habita. Es así, tal y como bien relatas.

Besos.

Eclipse dijo...

es tal cual... siempre me pregunté qué olor tendría mi casa, desde el día que descubrí que cada casa que iba me atrapaba un olor particular...
Quizás me muera sin saberlo.

Anónimo dijo...

Una de esas pequeñas sensaciones que hacen que la vida no sea una mierda es cuando uno regresa de vacaciones a casa y reconoce su olor. Yo soy capaz de reproducir fielmente el olor que había en la casa donde pasaba mis vacaciones de verano, en un pueblo de Madrid, hace más de treinta años.

Placeres de microscopio.

Unknown dijo...

Es muy cierto.Y nunca me había fijado en eso de que no se a que huele mi casa... quizás aunque intente dilusidarlo, jamás lo sabré!

Marie dijo...

Mmmm ese olorcito de la casa de mis abuelos, con la cocina a leña, las vacas a pocos metros y los pinos funerarios a la entrada... Nunca me voy a olvida de ese olorcito a "Entre Rios"...

Meche dijo...

Pues claro, y yo he tratado de sacar el olor de mi casa, pero no pude.
Y tanto el olor forma parte nuestra, como formamos parte de él, o no?, o no?

Meche dijo...

PS: Entiendase, no de sacar de sacar, sacar de saber, de averiguar.