martes, 22 de enero de 2008

Pintura

La conveniencia de tener uno de sus cuadros punzando en aquellas pupilas lo convenció de acercarse para conquistarla. María estaba atrapada en la pintura, fascinada con su forma y sujeta a otros mundos, cuando el pintor la abordo con una fuerte interrupción arrastrándola de nuevo a la inoportuna realidad, donde todo el sentido de la obra cambio y perdió interés develando sin pudores la absurda materialidad de su fuente creadora.

2 comentarios:

Eclipse dijo...

gracias por pasarse por el blog, estas pastillitas que usted escribe acá son sumamente adictivas

Anilina dijo...

juajua, que feo cambiar de opinion tan rapido porque viene a hablarte un tipo!