En su casa lo primero era la hospitalidad por eso a sus invitados siempre les hacia buscar el mejor de los vinos de su bodeguita con la advertencia de que si no lo encontraban, entre todos los restantes comensales se encargarían de propiciarle una encarnizada pero amistosa paliza.
3 comentarios:
Jajajajaaj. Eso sí que es hospitalidad. Irónico y mordaz, me encantó.
Besos desde mi orilla.
Jajajajaaj. Eso sí que es hospitalidad. Irónico y mordaz, me encantó.
Besos desde mi orilla.
Ouch! eso dolió! bueno, cheeee para mí el mejor vino era el Bordolino! tanto me equivoqué al elegirlo? :P
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