lunes, 18 de febrero de 2008
Mejoras
No comprendía porque su cuerpo mejoraba con los días, se fortalecía a pesar de no cuidarse en absoluto y algunos chichones misteriosos aparecían sin ninguna explicación aparente. Como iba a imaginarse, como podría sospechar que había sido su sonambulismo quien lo había convertido por largas horas en un adicto al gimnasio sin el menor de sus consentimientos.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
4 comentarios:
Bienvenido a mi blog. Mi hijos han tenido casos de sonambulismo y es un problema. Un saludo
¡Qué barbaridad! Con la cantidad de cosas que se pueden hacer cuando uno está sonámbulo, mira por dónde decide hacer ejercicio...
Lindo blog. Gracias por visitarme.
Abrazos,
Extraño mundo el de los sueños...
Interesante uso del tiempo de sueño!
Publicar un comentario