viernes, 14 de diciembre de 2007
Reclusión
Encargado de proclamar su inocencia el vestido azul se adhirió a su cuerpo con dulzura, dejando deslizar su pecho izquierdo ante todo el juzgado. Al darse cuenta penso que no era momento para reproches, que ya más tranquila en su casa hablarían de la sentencia y su reclusión a un rincón oscuro y olvidado del placard se efectuaría sin ningun tipo de demoras hasta nuevo aviso.
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4 comentarios:
que divertido
With a little help from my blue dress!
qué linda distracción...hay descuidos que son preciosos...
saludos
Cruel bretel, siempre es una la que da algo mas que la cara ante estas incomodas situaciones..
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