martes, 22 de enero de 2008

Contagios

Cabalgando una nube gris lo sorprendió la junta directiva, especialmente organizada para tratar el asunto con la mayor discreción posible, lanzándole un no tan certero escopetazo que casi acaba con su vida, con la discreción y con la nube. Es que en este tipo de casos, ya sea en Groenlandia como cualquier otra parte del mundo, las autoridades previamente ya habían estipulado en primera instancia la imposibilidad y luego el alto grado de inmoralidad y atrevimiento, que acarreaba que un hombre se dispusiera a volar como si nada por los cielos, bajo la oscura sospecha que si la noticia del prodigio se esparcía, y con ella su posible y contagioso aprendizaje, el peligro sería más que inminente para continuar manteniendose como estaban tan tranquilos y apelmazados en el poder.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Hoy no comentaré tu texto, sólo tu diseño:

Parece que de un momento a otro va a sonar alguna vieja bossa nova del sello Elenco.

Anilina dijo...

mentes cerradas....pobre de aquel que quiera resaltar y se encuentra con la monada obtusa...
besos, cicloescenico ^^

Meche dijo...

Seguramente ese día, los medios encontraron algún muerto en un country para obedecer a la ley y los billetes que censuraron al hombre con alas.

Saludos :)

Maria Coca dijo...

Interesante crítica hacia el poder establecido. Y es así: el poder teme que le quiten ese poder.

Besos desde mi orilla.