martes, 8 de enero de 2008

Ring

Mariano Herrera, talentoso boxeador de los años 30, peleaba el título mundial de peso mosca con un americano en un importante estadio argentino jugándose su última chance de coronación. El match estaba casi liquidado para el argentino cuando un feroz ataque de picazón que nació en la nariz empezó a expandirse por la cabeza, los brazos, las piernas y luego afecto gravemente gran parte de la espalda. Mariano tuvo que abandonar el ring en el último round dejando su victoria de lado a pesar del precio a pagar, después de todo en ese intante era primordial quitarse los guantes para poder pasar el resto de su vida rascándose donde quisiera a uña limpia e impúdicamente si fuera necesario, que tanto!!!!

3 comentarios:

Tempus fugit dijo...

¡Muy bueno! ¡Si siempre tuviéramos el valor de quitarnos los guantes!


un abrazo.

Unknown dijo...

Que bueno que Mariano tenga el valor de mostrar su lado más humano!

Andrea dijo...

Cuestión de prioridades vitales! Ja, ja, ja...
Muy bueno!
Besos.