miércoles, 7 de mayo de 2008

300

"Carlos"

La secretaria del señor Malcardi llego a la conclusión de que Carlos estaba raro. No tenía una certeza concreta que lo corroborara, ni había conversado con él, solo lo supo y en tal situación no tuvo más opción que verse obligada a manifestarselo abiertamente a todos. La noticia pronto circulo por los pasillos de la oficina. Che, ¿no sabes que le pasa a Carlos?. No ¿por?. Es que esta raro, no sé. Pronto el estruendo se hizo masivo y multiplico su audiencia en una breve reunión casual en la cocina. Mariana Brusas aprovecho para meter su bocadillo diciendo que ella también había notado algo extraño. Mira que yo lo veo siempre, pero desde hace un tiempo que esta como ausente, esta mañana a eso de las diez me pareció haberlo visto en una actitud sospechosa en la puerta, pero no le dije nada para no molestar o todavía peor quedar como una chusma entrometida. La expresión de Verónica al enterarse la novedad fue de aparentar un total desinterés, es que ella tenía que guardar las apariencias matizando aquel feroz rechazo recibido hace tres semanas a la salida del bar, sin embargo escuchaba atenta cada palabra tragando saliva y deslizando cada tanto algún comentario negativo por lo bajo. Yo ya sabía que algo raro le pasaba, sino no me hubiera dejado así sin llevarme a casa ese día. Romulo por su parte creía conveniente hablar con él, proponerle que se tomara unas vacaciones, que saliera un poco el fin de semana o hiciera algo de deporte, después de todo se merecia un buen descanso, pero como estaba enamorado de Verónica prefirió no hablarle al respecto creyendo que podria lastimarla.
La puerta de la cocina se abrió en medio de la discusion, un silencio oscuro inundo el ambiente, era Carlos que entraba a buscar un café. Con simpatía sonrió como siempre, saludo a todos e hizo más o menos lo acostumbrado sin alteran su rutina. Betina la encargada de limpieza lo miraba con lastima al pasar junto a su compañera Gladis. Pobre, seguro esta con problemas y lo peor que uno puede hacer es tragarse ese veneno negandolos, mira que yo se bien de lo que hablo. Nadie quiso indagar demasiado y mucho menos preguntarle nada, la semana recién comenzaba y de aquí al viernes el juego de las conjeturas seguro se iba a ir multiplicando.
Entre todo este alboroto Carlos nunca se entero de nada, sin embargo todo el mundo sabía que algo pasaba, que él ya no era el mismo de antes porque definitivamente estaba raro y además, en la oficina tampoco había por el momento nada mas interesante de que hablar.

3 comentarios:

Anilina dijo...

mira a ciclo rompiendo estructuras! jaja, buenisimo, siempre pasan este tipo de situaciones en la oficina...rumores que se rumorean...en la cocina de mi oficina, se cocinan altos bocadillos que van circulando hasta sale una nueva tanda...saludos!

Meche dijo...

Qué raro todo esto, mejor que no se note.

Saludos, buena vida.
PS: Por qué 300?

Meche dijo...

Por cierto, lo olvidaba, un placer pasar por aquí, como de costumbre.