lunes, 19 de mayo de 2008

Hipnosis

Silvina le dejo muchas influencias extrañas producto de su pésimo manejo de la hipnosis, desde un saco de lleno de lágrimas que se descontrolan ante cualquier boleto de subte, hasta deseos enormes de saltar por encima de los autos en plena avenida cuando el semáforo los detiene, o la insoportable ausencia tan desgarradora de no saber muy bien quién es los viernes a la tarde, que no se cura hasta bien entrada la madrugada. Cadenas viejas que arrastrara hasta despertar, y un viernes de estos por la tarde viajando en la línea D de subte se sorprenda sonriendo frente a un espejo, camine sobre la senda peatonal sin notar los autos y se presente como Joaquín ante una nueva maestra de la hipnosis, ya completamente curado, para volver a dejarse atrapar con renovadas influencias muy distintas a las viejas, que en definitiva le vendran al pelo para tomar aire y refrescarse un poco la psiquis.

3 comentarios:

dijo...

vivir hipnotizado, volando sin saberlo, cambiar de imnotizador sin darnos cuenta...
genial

Meche dijo...

Me gustó este.

luks dijo...

hola me gusto mucho la combinacion
de imagenes mas
texto

volvere
adeu