lunes, 12 de mayo de 2008

Sorpresa

Exhibió el tradicional balbuceo de hombre derrotado ante la multitud, la bella dama lo miro antes de dejarlo caer de boca contra un infinito abismo tal como si hubiera muerto, sabiendo que debería soportar forjada en su piel a partir de ese instante la eterna, sorpresiva y fatal derrota sobre aquella maldita mesa de pool.

1 comentario:

Maria Coca dijo...

Encadenas las frases logrando despertar la sorpresa en cada relato. Me gustó.

Besos desde mi orilla.