lunes, 5 de mayo de 2008

Cuentos

Qué fácil era todo cuando todavía podía creerle a mi abuela uno de sus cuentos, en donde afirmaba que una comisión de ángeles estaba a cargo de ir acumulando durante el día, la cantidad de momentos de oscuridad que se producen durante los pestañeos de muchos seres humanos, y llegando el atardecer la bolsa que los contenía comenzaba a rebalsar suavemente hasta vaciarse, para oscurecerlo todo y traer consigo la noche.

5 comentarios:

Meche dijo...

Au! qué ternura.
Éso es un golpe en el estómago.

Maria Coca dijo...

Pero qué lindo!!!!! Me encantó!!!! Y lo imaginé realmente...

Enhorabuena.

Anilina dijo...

mmmm,que lindo!! muy conmovedor :)

dijo...

Tu abuela... dulce...
porqué no seguir creyéndolo????
besos

Silencio dijo...

Muy bella imagen.