miércoles, 2 de julio de 2008

Sintomas

El primer síntoma ocurrió esta mañana, la familia desesperada consulto a un doctor sin entender que podría suceder, la abuela lloraba desconsolada, los hijos faltaron a la escuela y su mujer lo ametrallaba sin detenerse con mil preguntas. En medio de una casa alborotada, triste y compleja, todos llegaron a la conclusión que era necesario internar a Adolfo de inmediato, no era para menos, todos los diagnósticos indicaban que se encontraba inmerso en un severo e inexplicable cuadro de felicidad cronica que era indispensable erradicar de inmediato.

2 comentarios:

Maria Coca dijo...

Genial!!!!

Felicidades

dijo...

Y siiiiiii! nadie se banca la felicidad de otros!
o casi nadie.
Realmente este ews el blog que más disfruto en el mundoooooooo!
genial!