jueves, 21 de agosto de 2008

Arreglos

Un día en casa de Agustín saltaron los tapones por un enchufe pero nadie se alarmo, ni siquiera su gato que era bastante exagerado a la hora de asustarse, hasta que el electricista aseguro que arreglarlo no iba a ser tan simple. Ya es necesario un cambio en la instalación, afirmo con seguridad frunciendo el ceño y gatillo su precio entre murmullos. Asi que un lunes como cualquiera comenzó a revisar y romper la pared, trayendo aparejados varios nuevos incidentes, como la pinchadura de un caño de agua, la rotura de cinco baldosas, un armario, la mesa de cocina, la cocina, etc. Después de diez meses y mucho dinero reinvertido, la casa volvía a parecerse a la que acostumbraba habitar, sin embargo no era la misma porque el terror asechaba en cada rincón y enchufar cualquier objeto eléctrico para Agustín traia a la memoria de nuevo a los fantasmas, a aquel recuerdo hostil que de allí en adelante se habia convertido en una de sus peores pesadillas.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Agus!!!
Trata de no tapar la realidad, enfrentala. Así te liberarás de los fantasmas...

dijo...

aveces en las cosas que parecen mínimas están nuestros miedos, fantasmas que aparecen y no nos dejan en paz...
besos

dijo...

aveces en las cosas que parecen mínimas están nuestros miedos, fantasmas que aparecen y no nos dejan en paz...
besos