miércoles, 6 de agosto de 2008

Escape

El guerrero se vio acorralado e indefenso cuando los enemigos se acercaron amenazantes para buscarlo. Sabía que solo le quedaba una última estrategia para escapar, así que saco el pequeño frasco escondido dentro del bolsillo secreto del kimono, y estornudo fuertemente mientras iba esparciendo la pimienta en el aire para escapar de aquella pesadilla. Al abrir los ojos se encontró de nuevo a salvo en su habitación. Su plan había funcionado. Nadie puede toser o estornudar completamente dormido.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Aguante el escapeeeeeeeeee !!!