miércoles, 13 de agosto de 2008

Precios

Para entender los caprichos de Ana es mejor saber cambiar de formas y colores, camuflarse entre sus cosas y acompañarla por donde fuera necesario sin hacer mucho escandalo, porque de lo contrario las consecuencias serian bestiales. Recién ahí se empieza a sospechar algo, nada concreto todavía, solo intuiciones que acercan a lo desconocido sin llegar nunca al centro del laberinto, pero eso ya no importa demasiado ya que ella está ahí al lado, y si se llegara a aburrir en definitiva a uno no le queda otro remedio que cambiar de forma, de color o los dos al mismo tiempo, para convertirse en otra cosa, satisfacer su capricho y sacarle una sonrisa, a sabiendas de que hay ciertos precios imposibles de mantener por demasiado tiempo y que a pesar de todo siempre deben estar dispuestos a pagarse.

1 comentario:

dijo...

ser camaléonico para agradar... a cualquier precio? aveces si...