lunes, 8 de octubre de 2007

Bruja

Ismael buscaba un último beso de despedida de su amada con desesperación, entonces acudió a una adivina que le recomendó un amigo, que según decían podía predecir el futuro y revivir el pasado de una persona por unos cuantos segundos. Al llegar al lugar se encontró con una mujer muy vieja que lo tomo del brazo sin decirle nada y lo sentó en un banco de madera. Ismael quedo solo en la habitación por un rato, tenía la boca muy seca y estaba demasiado nervioso para pensar. La vieja entro nuevamente al cuarto después de unos minutos y lo tomo por sorpresa, tocando sus hombros con aquellas manos arrugadas mientras le extendia un vaso color gris sin decir una sola palabra. Ismael tiro el vaso al suelo y salió corriendo del susto. Luego comprendió que solo contenía agua fresca que la mujer habia llevado para calmar su sed, y por un largo tiempo no pudo dejar de revivir aquella extraña situación en la que se había metido una y otra vez. La bruja nuevamente había comprobado la magnitud de sus poderes.

2 comentarios:

Maria Coca dijo...

Cada uno es sólo el que es... y la idea que tiene de sí mismo...

JeJo dijo...

Ismael tenía ganas de asustarse y la anciana le dió el gusto. Una bruja buena en el fondo era.