martes, 9 de octubre de 2007

Compañia

Un cigarrillo le contaba sus secretos poco antes de convertirse en humo mientras el hartazgo de esperarla carcomía sus entrañas, hurgando en el horizonte por una señal que se negaba a llegar. Buscando escaparse añoraba que la nube gris nublara su entendimiento, pero el tabaco con su oscura densidad, no paraba de susurrarle con mala intención que Roció no volvería a aparecer más en su vida. Así estaba aquel cigarro y él, conversando extrañamente en cada pitada a cara de perro cuando ella lo llamo montada sobre una bicicleta roja, entonces abandono a su compañero solo todavía protestando sobre el banco de la plaza y se fueron a pasear.


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