miércoles, 3 de octubre de 2007

Perdidas

Triste situación cuando las cosas pierden su sagrado color, su olor a vida y el reposo casi armónico de la cotidianeidad, entonces el cielo amenaza con lluvias, las noches duran más y la confusión prolonga su visita después aquel punto clave en que ya no hay vuelta atrás y todo nuestro universo se desmorona ante los inocentes ojos de lo que podría haber sido y ya no será.

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