miércoles, 2 de enero de 2008

Economía

El casamiento la había transformado en un monstruo a los pocos meses y Gabriel cada vez mas perplejo ante aquellos feroces y radicales cambios, solo reaccionaba gastando el doble de dinero y divirtiendose la mitad de lo que antes solía hacerlo.

2 comentarios:

Tempus fugit dijo...

¡Vaya reacción! Aunque...suele ocurrir....

un abrazo.

Marie dijo...

Tambien pasa que el hombre va acrecentando su panza y con algo hay que estabilizar, asique al shopping!!!