jueves, 13 de marzo de 2008

Careta

Con el tiempo eso de sentirse observado por ojos ajenos fue consolidándose, y a veces ni siquiera en soledad podía dejar de actuar aquel personaje peligroso y callado, que en verdad por dentro manso y charlatán dormía siempre con la lámpara encendida.

1 comentario:

Maria Coca dijo...

Genial. La careta se creía su personalidad... A veces resulta así, de tanto jugar con nuestros posibles yos verdad?

Besoss