miércoles, 19 de marzo de 2008
Descalza
Era en ocasiones como esta cuando mas detestaba trabajar, así que con mucha tristeza dejo las botas en un pasillo lejano para no molestar con el ruido y camino descalza hasta el cuarto de arriba, donde esperaba Mariana tosiendo desaforada. Sigilosa empujo la puerta apenas un poquito y tapándose la cara para que no pueda verla llorar, con una dulce caricia en la frente arrebato su vida y desapareció con tremenda amargura del lugar.
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3 comentarios:
Muy bueno¡¡¡¡¡¡ Sí señor¡¡¡
un abrazo.
Terrible trabajo el de la muerte...
Un abrazo.
la muerte llora? jamas habia pensado en eso... por momentos parece ser tan cinica...
saludos para ti ^^
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