jueves, 29 de mayo de 2008

Indeleble

Supuso que creando sombras y moldeando figuras con su lápiz, podría abstraerse del significado de aquel nombre indeleble, que ahora brillaba moviéndose como una luz chillona con cierto sabor a rojo en el cuarto de al lado. Imposible, era solo otro efecto del calor que lo ponía así, tan miserablemente optimista.

4 comentarios:

dijo...

lo indeleble. Lo que permanece como es, como lo dejamos... y lo que no podemos modificar con nada, ni siquiera con espejismos.
Un abrazo

Elena dijo...

Es claro, nadie puede olvidar un nombre cuando sabe a rojo, nadie puede volverlo gris a costa de optimismo.

Andrea dijo...

Yo estresada, pero feliz... tú como siempre, palabreante y palabreador...
¿Cómo haces para escribir sin descanso?
Besos lunáticos!

Meche dijo...

La mató?