jueves, 29 de mayo de 2008
Indeleble
Supuso que creando sombras y moldeando figuras con su lápiz, podría abstraerse del significado de aquel nombre indeleble, que ahora brillaba moviéndose como una luz chillona con cierto sabor a rojo en el cuarto de al lado. Imposible, era solo otro efecto del calor que lo ponía así, tan miserablemente optimista.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
4 comentarios:
lo indeleble. Lo que permanece como es, como lo dejamos... y lo que no podemos modificar con nada, ni siquiera con espejismos.
Un abrazo
Es claro, nadie puede olvidar un nombre cuando sabe a rojo, nadie puede volverlo gris a costa de optimismo.
Yo estresada, pero feliz... tú como siempre, palabreante y palabreador...
¿Cómo haces para escribir sin descanso?
Besos lunáticos!
La mató?
Publicar un comentario