viernes, 31 de agosto de 2007

De equilibrios culinarios

Cargo con un plato, un vaso, una bandeja azul, algunos papeles sucios, una azucarera y un repasador, y como el camino era corto eso lo motivo a confiar aun mas en su habilidad equilibristica. Cuando estaba a punto de atravesar la puerta de la cocina el clavito de la derecha atrapo su pullover, luego el de la izquierda hizo misteriosamente lo mismo, se detuvo pero la inercia pudo más y el vaso cayó al piso haciéndose literalmente mierda. Después de limpiar aquel enchastre enfrento a los clavitos y les dijo:

- Que carajo querían con tanta urgencia que no podían esperar a que dejara las cosas en la mesada.-

Como los clavos no contestaron los martillo un poco mas, levanto el vaso roto y reacomodo como pudo los hilos salientes de su pullover, que si no me equivoco era negro.

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