Hoy pase por el restaurante donde cenamos hace una semana con mis amigos y vi que lo clausuraron por falta de higiene y desratización. Hasta ese momento me sentía de maravillas pero cuando mi estomago se entero de la novedad se descompuso tanto, que ahora no me deja probar ni un bocado sin su autorización.
lunes, 27 de agosto de 2007
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario