viernes, 24 de agosto de 2007

Inspiración

Confundía los verbos y los sustantivos, las comas y los puntos, los acentos por momentos se amontonaban en casi todas las palabras y por otros se escapaban raudamente por el camino de la indiferencia. Las peores épocas eran las que no podía sentir ese inexplicable sabor que tienen las palabras y la mayoría de ellas se le asimilaban a una nada pastosa en la boca. Pero también había de esos otros días en que se sentaba a escribir y los colores y olores se purificaban mágicamente en los renglones, en que las palabras obedecían todas sus órdenes con una disciplina agradable y el sabroso sabor de un renglón le daba mas y mas apetito. Este no era uno de estos últimos así que decidió que era mejor irse a dormir temprano después de garabatear algunas palabras en una hoja, para no despuntar el vicio y disfrutar también a su manera de la falta de inspiración.

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